miércoles, 17 de junio de 2009

LOS ABUELOS GUERRILLEROS



Fue un viernes  por la tarde. Mi celular recibió una llamada de parte de Silvia, la secretaria de la Senadora Lucía Topolansky. Quería invitarme a ser uno de los integrantes iniciales de la Fundación Liber Seregni, que se crearía el miércoles 13 de diciembre de 2005 en el Palacio Legislativo.
Pedí información y enseguida dije que sí... o tal vez dije que sí y "después" pedí información.
Es que me sentí tan halagado que no había forma de que no aceptara.
Hay mil tareas a cumplir en nuestra Dirección Departamental de Salud en estos días, pero de alguna forma me haría un hueco en el tiempo y no faltaría a la convocatoria.

La Fundación Liber Seregni se integra con técnicos de diversas áreas que nos constituimos en socios fundadores. El objetivo es dotar de insumos de información y propuestas a la izquierda uruguaya. De esta forma, los parlamentarios, el Ejecutivo y los diferentes niveles de organizaciones sociales, cuentan con un lugar donde abastecerse de datos objetivos que le den eficacia y consistencia a su trabajo.
La Fundación no tiene ataduras políticas...¡es más!... puede llegar a ser muy crítica con algunas posiciones del Gobierno Progresista en algunos temas.
La Fundación tiene antecedentes similares en otros países, como en
la Socialdemocracia alemana y francesa, así como en el PSOE español o el PT brasileña.

Esta iniciativa sólo puede ser favorable a los intereses del país en su conjunto en temas como el medio ambiente, la salud, la seguridad pública, el relacionamiento de fronteras, la cultura, el agro, el relacionamiento entre la fuerza política y el gobierno, la comunicación con la población, la formación de valores, la recuperación de la memoria, los Derechos Humanos...

El miércoles concurrí al Palacio Legislativo.
El hecho en sí de la creación de
la Fundación Liber Seregni en el día de su cumpleaños 90 era lo suficientemente conmovedor.
En el salón del Parlamento habíamos unas ciento cincuenta personas , además de quienes iban a tomar la palabra y de los representantes de las fundaciones brasilera , chilena y alemana que apoyarán con insumos de todo tipo a la nuestra.
Allí habían diputados, senadores, ministros. Conocidos representantes de la cultura, del arte y de la sociedad.
Me ubiqué solo y algo perdido en una silla, por el medio de la multitud.
Yo estaba allí por esa invitación, pero personalmente no veía a nadie conocido.
A los pocos minutos alguien se acercó y me preguntó si era yo el compañero de Colonia a quien ella había invitado por recomendación de CADESYC (otro grupo de estudios que integro junto a cientos de personas, para apoyo técnico al MPP).
Era Lucía.
Pelo blanco, ojos francos, voz pausada y un aspecto de abuela dulce y entrañable. Podría estar paseando su chismosa en el mercado, en lugar de ser la guerrillera que aparecía en los diarios de mi adolescencia, o
la Senadora que hoy dedica todo su esfuerzo diseñando un mejor mundo para todos nosotros.
Se sentó a mi lado y allí se mantuvo todo el acto, aprovechando a conversar en cada pausa.
La Senadora podría haber estado con mucha gente conocida y de amplia trayectoria. Seguramente gente amiga suya de muchas de sus horas. Sin embargo me dedicó su mañana y me hizo sentir útil y "en casa".
Durante los espacios entre discursos, intercambiamos jugosas ideas acerca de la reforma de
la Salud, de las plantas de celulosa, de las alternativas de uso de la madera, de la reforma del Estado, de la propuesta de presidencia del FA para el Pepe, de la propia salud de su marido, el abuelo sin nietos más querido y respetado por los uruguayos.
Mientras conversaba como con una vieja amiga, yo pensaba que esa señora sin maquillajes ni adornos, hermosa por sí misma y modesta como pocos había sido la fina secretaria de una financiera corrupta a la que ayudó a denunciar, pasando luego a la clandestinidad.
Recordaba su etapa de guerrillera clandestina, resistiendo la represión en medio del miedo y la convicción de pelear por un mundo mejor para todos... aportando siempre el compromiso solidario antes que su propio bienestar.
Pensaba en sus largos y terribles años de cárcel y tortura.
En medio de trascendentes temas , Lucía me contaba de su operación de cadera y de su miedo a la anestesia raquídea por el temor al dolor y la impresión de sentir a los cirujanos trabajando sobre su cuerpo.
Yo imaginaba que esa misma mujer fue capaz de resistir dolores y agresiones muchísimo más duras ... no precisamente para aplicarle una prótesis de cadera.
Recordé lo que escuché y leí sobre la liberación tras esos largos años de inhumana prisión y su reencuentro con el Pepe.
Su establecimiento en el rancho donde aún viven, ignorando el disfraz de Senadora y de Ministro, para mantener su forma natural y pelear más que ninguno... sin armas esta vez.
Esta abuela guerrillera me comentaba que
la Fundación Liber Seregni les resultaba fundamental porque estaban decididos a llevar adelante la Reforma del Estado para que el Uruguay pudiera despegar de este lodo en el que nos han sumido las administraciones de los últimos cincuenta años.
Lo dice una abuela que, seguramente podrá ver apenas el inicio de ese mundo que ellos luchan por mejorar para nosotros.

Terminó el acto y nos despedimos.
Ante mi preocupación como Director de Salud , por la instalación de la planta de celulosa en Conchillas, me vinculó con un técnico forestal de primer nivel que el MPP envió a Finlandia a efectos de tener una visión objetiva acerca de la contaminación.
A los pocos días me entrevisté con él, y Andrés Berterretche resultó ser tan valioso y solidario como ella me lo pintó.
Nos despedimos con una sonrisa y un abrazo. Rregresé despacio por la ruta
1 a nuestros pagos de Colonia, dejando sedimentar las emociones y vivencias.
No había hablado antes con Lucía.
Ella no me conocía. Confió en la gente que le marcó que yo podría resultar de utilidad a la propuesta.
Se responsabilizó de la convocatoria y me acompañó en toda la jornada.
Después se unió a su marido y escuché recordarle al Pepe que tenía que tomar la medicación del mediodía...
Así, enormemente profunda y tremendamente sencilla...como la esencia de la humana poesía.
El 1º de marzo los uruguayos tendremos formalmente al Presidente más votado de la Historia de nuestro país.
Uruguay eligió por Presidente a un Tupamaro.
Las manos de Lucía , sostenida por el corazón de un pueblo, le colgará la cinta sobre el pecho.
Lucía, la abuela sin nietos.
Lucía, la guerrillera.
Lucía, así, como las grandes mujeres a las que algunas veces, sólo algunas veces como ésta, acompañan grandes hombres.

No hay comentarios:

BlogCatalog

General Health Blogs - BlogCatalog Blog Directory